Los relojes han evolucionado de ser simples herramientas para ver la hora a convertirse en dispositivos tecnológicos avanzados. El primer reloj digital, el Pulsar, lanzado en 1972, marcó el inicio de esta transformación y dio paso a la tecnología wearable1. Hoy en día, los smartwatches (relojes inteligentes) actúan como asistentes personales y han mejorado la seguridad personal con el potencial de salvar vidas. Este artículo examina cómo estos dispositivos se han convertido en guardianes en nuestras muñecas, más allá de su función original. Analizaremos aquí los smartwatches más seguros para la salud y las razones que lo demuestran. Adicionalmente, brindaremos consejos para su uso correcto y formas de prevenir impactos negativos.
En general, ¿cómo funcionan los Smartwatch?
Los smartwatches aprovechan tecnologías avanzadas, por ejemplo: poseen sensores y conectividad para monitorear parámetros de salud; detectan emergencias y facilitan una respuesta rápida2,3. La integración de tecnologías de aprendizaje automático (IoT, Internet de las Cosas) mejora aún más sus potencialidades, haciéndolo indispensables en varios escenarios de emergencia4,5.
Un transductor transforma una forma de energía en otra, siendo un sensor un tipo especial que convierte cantidades físicas o químicas en señales eléctricas. Un actuador, por otro lado, convierte las señales eléctricas en acciones físicas. Los smartwatches aplican estos principios, incorporando sensores como acelerómetros, giroscopios, GPS y sensores de frecuencia cardíaca para capturar datos sobre el movimiento, ubicación y estado fisiológico del usuario. Un micrófono es un ejemplo de un transductor que convierte ondas sonoras en señales eléctricas, mientras que un altavoz realiza la función opuesta.

Seguridad y asistencia: más allá de un simple reloj
Una de las funciones más importantes de estos dispositivos es la detección de caídas. Los relojes inteligentes con sensores de movimiento pueden identificar caídas, particularmente en personas de edad avanzada e inmediatamente envían notificaciones a contactos de emergencia. Esta característica es vital para evitar lesiones graves o muertes. El retraso en la ayuda médica puede conducir a resultados graves6,7. Las funciones integradas de GPS y GSM permiten que estos dispositivos envíen alertas al instante. Proporcionan la ubicación del usuario a los servicios de emergencia, asegurando una ayuda oportuna6. Modelos como el Apple Watch Series 9 y el Samsung Galaxy Watch 6 son bien conocidos por su confiabilidad en la detección de caídas y respuesta rápida.

Otra área donde son útiles es en ayudar a la Reanimación Cardiopulmonar (RCP). Los smartwatches pueden ayudar a los usuarios mientras realizan RCP. Dan retroalimentación inmediata sobre la velocidad y profundidad de las compresiones. Esto es posible gracias a sensores inerciales (captan movimiento y orientación) y algoritmos avanzados8. De esta manera, los socorristas pueden realizar RCP de manera más eficiente. Esto puede ayudar a salvar vidas durante emergencias cardíacas. Dispositivos como el Garmin Venu 2 Plus proporcionan esta función y se destacan por su precisión y facilidad de uso.
Tecnología que protege en el camino
La detección y respuesta de accidentes es vital y los sistemas IoT en los smartwatches pueden identificar accidentes de vehículos, notificando rápidamente a los servicios de emergencia con información de ubicación precisa. Esto minimiza los tiempos de respuesta y aumenta las posibilidades de supervivencia9,10. Además, estos sistemas evalúan la gravedad de los accidentes, permitiendo una respuesta de emergencia más personalizada y una distribución efectiva de los recursos10. Un ejemplo es el Apple Watch Ultra, que ofrece detección de accidentes y comunicación satelital para emergencias.

Tu salud en la muñeca: monitoreo continuo
El monitoreo de la salud es una función de mucha importancia. Los smartwatches pueden monitorear continuamente tus signos vitales. Miden la frecuencia cardíaca, los niveles de oxígeno en sangre y la temperatura corporal. En caso de lecturas anormales, pueden emitir alertas a contactos de emergencia, facilitando así una pronta atención médica11. La integración de la infraestructura basada en la nube (alquiler de servidores como los Google o Amazon) permite el monitoreo remoto y el análisis de datos. Esto mejora la capacidad y rapidez de respuesta a emergencias en salud6,12. Dispositivos como el Fitbit Sense 2 son valorados por su capacidad de monitoreo cardíaco y de estrés.
Comunicación segura en momentos críticos
Las mejoras en comunicación y seguridad son esenciales en las emergencias. El uso de blockchain (cadena de bloques de información y datos) y el aprendizaje federado (entrenamiento de IA sin compartir datos) en relojes inteligentes garantiza una transmisión de datos confiable y segura. Esto es crucial en situaciones críticas13. Además, los smartwatches funcionan como dispositivos de seguridad personal, enviando alertas a las autoridades en caso de amenazas14.
Más que un gadget. Otros usos
Estos dispositivos no solo se limitan a la seguridad y la salud. También sirven para mejorar nuestra vida diaria. Ofrecen funciones como la gestión de notificaciones y la monitorización del sueño. También sirven para controlar dispositivos domésticos inteligentes, para la navegación GPS y hasta para el pago contactless (solo acercando el smartwatch). Todo integrado en nuestra muñeca. La capacidad de personalización y la creciente tienda de aplicaciones disponibles extienden su utilidad. Lo hacen adaptable a casi cualquier necesidad o preferencia.

Consideraciones para un uso saludable
A pesar de sus beneficios, es fundamental usar estos dispositivos de forma consciente. La exposición prolongada a notificaciones puede aumentar el estrés y la ansiedad. Se recomienda configurar los dispositivos para evitar interrupciones innecesarias y activar solo las alertas realmente importantes. Además, es crucial mantener un equilibrio entre la dependencia tecnológica y la interacción humana.
El futuro: innovaciones que prometen
La evolución de los smartwatches es prometedora, con investigaciones sobre sensores avanzados que nos permitirán medir la presión arterial de manera continua y no invasiva, así como detectar niveles de glucosa en sangre. La miniaturización de componentes y la mejora en la eficiencia energética ampliarán las posibilidades de estos dispositivos como herramientas para la salud y el bienestar.
Por último, los smartwatches han evolucionado más allá de mostrar el tiempo, convirtiéndose en dispositivos multifuncionales que pueden salvar vidas y mejorar la seguridad. Su integración con nuestro estilo de vida digital y su capacidad de proporcionar datos de salud los convierte en herramientas poderosas, aunque es importante considerar los desafíos de precisión y privacidad. Te invitamos a explorar más sobre la tecnología wearable y su impacto en la vida cotidiana, destacando que el uso responsable puede conducir a un futuro brillante lleno de innovaciones en smartwatches.
Autor: Oscar E. Hernández B.